Luego del "gran día del amor", un amigo en conversaciones me cuenta una historia casi conocida, entre invitaciones a hacer deportes, el hombre debe caer en su deporte favorito: admirar las habilidades de una mujer y sus cualidades cualesquiera que sean. Entro en materiaContaseme este amigo que se encontró con una antigua novia y esta le reclamaba de que le había ido mal en su actual relación por su culpa, es decir, que este pobre joven paso a ser de una alma de amor pasado a un creador de desdichas presentes y futuras. ¿Por que la acusación? por la simple razón de que él confesó ya no sentir nada y dejar las cosas como son y ella por "despecho" corrió a los brazos del segundo que encontró (según ella, el siempre ha sido su primero) mi pobre amigo que tendré que llamar Juan Pérez por dejarse convertir en un momento en un desdichado cualquiera, termino casi creyendo en su culpa.
Mi simple respuesta, fue hacer caer al amigo Pérez en razón y auxiliarme en Paulo Coelho y decirle que: "La libertad es sentir lo que el corazón desea, independientemente de la opinión de los otros. El amor libera" 1
Pero, tengo incógnitas, ¿Esta obligada una persona con otra, exclusivamente el hombre? ¿Que tan cierto es que el hombre no debe terminar la relación? Denme algunas luces que no sean de las EDES. Dejen sus comentarios
1 = La quinta montaña.
