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viernes, agosto 31, 2007

Hablemos de humildad

Una elevada montaña que se deshace por las fuertes corrientes de agua que se precipitan sobre ella… A su paso arrastran su fértil tierra hacia los valles, dejándola agrietada y en la roca viva… Ya no podrá crecer la vida en ella.

Ese es el fin de las montañas, y ese es el fin de los que se creen en las cumbres… El que esta convencido de estar en la cima, jamás sentirá la necesidad de crecer, de ascender, de enriquecerse de virtudes.

El egoísmo, el mayor propio, la vanagloria de los que se creen, no en la cumbre, sino las mismas cumbres, los ciega y ya no ven hacia abajo, no ven que el valle recibe de las montañas las aguas frescas y la fertilidad.

Para que los valles sean fértiles, tienen que desmoronarse las montañas. Por eso, para ser humildes, tenemos que desmoler las montañas del egoísmo, del amor propio, que nos hacen cumbres altaneras.

¡Derrumba la montaña de tu altanería! porque ahí arriba siempre el agua de la gracia, el amor de dios se desliza… No se para… irremediablemente va hacia lo llano, hacia lo humilde…

¡No esperes más! porque un día te pueden sobrevenir fuertes aguaceros que te derrumben y te dejen en la roca viva, sin vida.

**** Colaboracion: María Estela Vásquez

viernes, agosto 10, 2007

Preguntas y Respuestas que no queremos

Los afanes de la vida muchas veces nos hacen nómadas del amor, nos crean inseguridad y estres de corazón. A eso le sumamos que buscamos culpables donde reside la inocencia, es por tanto que en un año los amoríos han sido mas frecuentes que los días festivos de la tierra de Duarte, Sanchez, Mella, Bosch, entre otros héroes.

Todo empieza con preguntas que no deseamos respuestas o mas bien no deberíamos preguntar: ¿Aun me amas? es una de ellas, o aveces creamos respuestas porque no tenemos preguntas: "Sé que no me quieres" es otra idiotez que nuestra imaginación envenenada transmite a nuestra lengua.

Pero todo tiene solución. Debemos Refugiarnos en nosotros mismos, de esta forma no infectaremos nuestro alrededor de negativismo, desconfianza e inseguridad. Bunbury nos da una buena recomendacion:

Una canción triste para los momentos bajos,
para sentirte acompañado cuando te sientes vencido.
Una canción triste para cuando estás solo,
cuando no sabes el modo de salir adelante