Guardame tus besos con sabor a cielo, debajo de tu lengua,
para buscarlos cuando tu boca no este perdida.
Dame la esperanza que aparenta no espero,
para hacerla el oasis de mis desaciertos.
esconde de mi tu mirada profunda,
para evitar que salga a flote lo que nada en lo cierto.
Permiteme hacer decálogo de estas palabras: Dame, guardame y esconde.
Para cuando la vida nos de el regalo prometido,
dejemos la felicidad en vivir eternamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario